wtorek, 10 grudnia 2019

DE GIRA CON BLACK FLAG: ANECDOTAS DE HENRY ROLLINS

DE GIRA CON BLACK FLAG: ANECDOTAS DE HENRY ROLLINS

Publicado originalmente en Abril de 1986 en la revista Spin. Traducido por El Bar de Fabian.

  Black Flag era mi banda favorita. Los conocí en la primavera de 1981 y los acompañé mientras estuvieron de visita por Washington, D.C., cuando tocaron dos veces en el 9:30 Club.
Chuck Dukowski me pasó un demo que escuchaba cada mañana antes de ir al trabajo. Escuchaba “Damage”, “Police Story”, “No More”, y su versión de “Louie, Louie”. Amaba y odiaba ese cassette. La canciones eran geniales y me identificaba con sus letras. Pero la odiaba porque quería ser el cantante! Es decir, Dez estaba muy bien, pero bueno…

Verano de 1981
Black Flag tocaba en New York. Ellos no tenían ninguna fecha en el área del Districto Central, entonces viajé hasta New York a verlos. Llegué temprano así estuve con Greg y Chuck charlando toda la tarde. A la noche, ellos tocaron, y estuvo genial. Después del recital, la banda iba a cruzar la ciudad para tocar gratis en un pequeño after club. Por supuesto, fuí con ellos. Yo tenía que ir a trabajar en 6 horas, pero tenía 5 horas de viaje hasta allá. Cuando me acerqué al escenario a pedirles que toquen “Clocked In” para después irme. Dez dijo, “este se llama ‚Clocked in’. Es para Hank, que se tiene que ir a trabajar ahora”.
La banda empezó a tocar el tema, yo estaba en el escenario, tomé el microfono y empecé a cantar “Clocked in” con Dez. Seguro que salió bien. Luego dejé el Club y manejé a mi casa. Terminé cantando el resto del set mientras manejaba.
Días después, estaba trabajando en la heladería cuando recibí un llamado. Era Dez. La banda estaba en New York tomándose unos días de descanso y querían que vaya allá con ellos a zapar un rato. Yo no entendía muy bien que era lo que querían, pero ellos ofrecieron pagarme el boleto en tren, asi que fui.
A la mañana siguiente me encontre con ellos en el restauran Odessa, en East Village. Greg me dijo que Dez quería dedicarse a tocar la guitarra, asique estaban en búsqueda de un cantante y se preguntaban si yo quería intentarlo. No podía creer lo que mis oídos estaban escuchando.
Cuando fuimos a los estudios Mi Casa a ensayar, tocamos los temas que me sabía la letra. Canté. Los que no sabía, los fingí. Hicimos dos pasadas. Cuando terminamos todos nos quedamos mirándonos y Chuck dijo, – bueno – y yo le dije – bueno, qué? –
– Vas a entrar a la banda o no? – dijo girtando.

Diciembre de 1981, Inglaterra
Estabamos en la ruina, teníamos hambre, frío, nos sentíamos miserables. Teníamos un show en Manchester. Salimos muy temprano en una Van alquilada desde el norte de Londres hasta Manchester. Gastabamos toda la plata que ganabámos en el combustible para hacer la gira. En el Manchester Polytech, nos enteramos que ibamos a tocar con Chelsea, una banda bastante conocida de punk rock inglés. Por una extraña razón Black Flag estaba encabezando el concierno. Ya intuía que iba a haber problemas. Ni siquiera teníamos un albúm editado en Inglaterra, más allá del EP de Six Pack, y estabamos encabezando. Alguien, en algún lugar, se iba a estar fastidiado por esto.
Bajamos los equipos y subimos las escaleras hacia el camerín para relajarnos y comer algo. (Debo aclarar en este punto que el camerín era enorme y era el lugar que ibamos a compartir entre todas las bandas esa noche). Bien, yo me quedé dormido en el piso, contra una pared, lejos del paso de cualquier cosa o persona.
Me despertó un borcegazo en mis costillas. Me doy la vuelta y miro hacía arriba, y veo a Gene Octuber, el cantante de Chelsea. “Disculpame, Los Angeles. Me tropecé”. Bueno, está bien, no hay problema. Me volví a dormir. Y me volví a despertar con la misma patada. “Oh, Los Angeles, lo siento mucho”. Seguí siendo amable con él, pero me dí cuenta que era el único de mi banda que estaba ahí, y en el lugar estaban todos los de Chelsea y su gente.
El patán empezó a hablarme, – Realmente no tienen ninguna buena banda en America, o no? The Dickies y los Ramones, quiero decir son un montón de mierda, o no? – Que situación de mierda, y yo que tenía dos discos de Chelsea en mi casa! Sólo le asentía con mi cabeza.
Horas después, Chelsea estaba tocando. Gene estaba hablándole al público entre las canciones: – Tenemos en el público unos hippies de pelo corto que vienen desde Los Angeles. Son Black Flag, y quiero que los atrapen El público aplaudió. Ian MacKaye (cantante de Minor Threat que viajó a Inglaterra con nosotros) y yo, caminábamos entre la gente sonriendo y saludando, deciéndo – Aquí estamos, vengan por nosotros – Nadie aceptó el desafío. Personalmente, estaba esperando que uno o cinco de ellos saltaran sobre nosotros y tengamos entonces la oportunidad de desquitarnos nueve dias de miseria en sus caras.
Finalmente, subimos a tocar. Los chicos del público fueron geniales. Pensé que todo iba a salir bien. Pero este pibe estuvo escupiéndome todo el recital. No hice nada al respecto, estaba intentando comportarme como un buen muchacho. Pero para el viejo Ian ya había sido suficiente, y fue directamente a golpear al tipo en la cabeza.
Luego del golpe toda la gente retrocedió haciendo lugar. Yo pedí disculpas por la reacción de Ian, incluso sabiendo que tenía razón. Ahora, tengo que interrumpir mi relato porque estoy muriendo de risa – Ian, estuviste muy bien! Le volaste la gorra ese gil, eso estuvo genial, hermano.
Por supuesto, no teníamos lugar para dormir, ni nada. Encontramos a dos chicas que nos ofrecieron su apartamento para pasar la noche. – No se hagan ilusiones, estamos desempleadas – dijo una de las chicas. Bien. Llegamos al apartamento y era uno de dos pisos! El lugar más bonito que habíamos estado, pero no había calefacción, ni agua caliente, ni comida. Me limpié los escupitajos que tenía en mi pelo, en mi cara, en mi pecho lo mejor que pude con una toalla y me tiré a dormir en el piso con mi saco. No pude descansar por el frío y la humedad.
Finalmente, llegó la mañana y nos tomamos todo el té caliente que nos ofrecieron las chicas. Luego volvimos a la camioneta y salimos hacia el próximo recital.

Febrero de 1983, Austria
La noche previa en Munich, nosotros habiamos tocado en Lowenbrau Keller, un largo patio cervecero donde Hitler solía dar discursos. Realmente asustaba. Ellos servían cerveza en unos chops enormes que realmente tenías que esforzarte para levantarlos. Nunca había visto algo así en ningún bar de America. Para mucha gente, es simplemente un vaso para tomar cerveza. Pero cuando estas en una banda debes considerar que pueden transformarse en potenciales proyectiles.
Puedo recordar que estaba detrás de unos armarios escribiéndo una postal a mi amiga Lydia Ely que estaba en Washington. El mensaje decía algo así como: “Querida Lydia: te envío esta postal porque probablemente sea la última cosa que escriba antes de que mi cráneo sea partido esta noche por tres libras de cerveza” …
1300 personas, y ni un sólo vaso revoleado.
Llegamos a Viena a última hora de la tarde siguiente. Nuestro manager sumó a dos chicas gemelas para que viajaran con nosotros. Una tenía el pelo negro y la otra el pelo blanco. Supuestamente eran vírgenes. Casi todos las tratamos de seducir y bromear con eso, pero no nos pasaban ni cabida. Nunca hablaron con nosotros, sólo sonreían y se sonrojaban. Volveré sobre esto, luego.
El recital lo abrió The Minutemen, un confuso pero brillante trío de San Pedro, California. Todas las noches veía su show: era una buena manera de medir al público, ver donde estaban los idiotas y como se comportaban. A las pocas canciones, D. Boon, el guitarrista fue golpeado con un tacho de basura. ¡Le revolearon un tacho de basura!. Pensé que este sería mi ultimo show. La noche en que mi cabeza sería aplastada por un tacho de basura.
Justo antes de que comencemos, sonó una canción de Pat Benatar, pero a la gente no le gustó mucho. Personalmente, Pat nunca hizo nada por mí, asi que no me importaba la reacción negativa de la gente. Pero de todos modos, subí al escenario sólo con mis calzoncillos térmicos, tomé el micrófono, y empecé a hacer la mímica con los labios la canción de Pat. Me estaba divirtiéndo pero el público se enfurecía cada vez más.
Veo a un tipo en al frente del escenario con un cigarrillo prendido. Cada vez que paso cerca, él me golpea mientras las personas alrededor se ríen. Tomo nota de su cara. Sin embargo, no le doy importancia, porque yo también estoy jodiendo duro. A la tercera vez, apaga su cigarro en mi pierna, y le doy una bofetada en la mano. El tipo es grandote, se sube al escenario y empieza a abrazarme. Él es agradable, pero no es mi tipo. Miro a los empleados del lugar y con sus manos me hacían gestos de que no me vaya a pelear con él. Entonces le sonrió y lo dirijo suavemente hacia el borde del escenario para que pueda bajarse. En ese momento, se da vuelta, y me pega con su cinturón en mi boca.
Sí, esta bien. Es fácil pensar en este punto que este público era bastante jodido.
El set estaba lejos de terminar. Yo seguía cantando y de pronto… alguien me revolea un boligráfo que me pega en el pecho. Momentos después un tipo se sube al escenario y grita “mierda!” golpéandome con el mic en la boca.
Ok, esto se estaba volviéndo una locura. Miro entre el público y veo tres gorros blancos balanceándose. Policías. Sigo atentamente a ver que hacen. De pronto, los gorros empiezan a sacudirse y desaparecen. Los chicos del público les sacaron el gorro a los policías. Paramos de tocar y nos quedamos mirando. Los pibes de repente les habían sacado toda la ropa a la policía. Hasta les mataron al perro policía que traían. Las puertas del lugar se abrieron y tres tipos en ropa interior salieron volando hacia la nieve. Terminamos el show mientras la gente nos gritaba “Fuck You”, les respondíamos que se jodieran también, cargamos los equipos y nos marchamos.
Sobre las gemelas – me enteré que supuestamente Karl las había desvirgado a las dos – pero unas semanas después ellas estaban presas acusadas de tráfico de heroína.

Primavera de 1984, New Haven/New York/Boston
El calendario era el siguiente: Viernes, New York; Sabado, New Haven; Domingo, una mantiné en Boston. Bien, sonaba a una rutina normal para mí.
El viernes por la tarde manejamos hasta New Haven, y buscamos la puerta para descargar los equipos en el club. De pronto, nos enteramos que no tocaríamos hasta mañana a la noche. Todd Rungren’s Utopia tocaba esa noche. ¡Carajo! ¿Eso significa que nos equivocamos y tendríamos que estar tocando en New York esta noche? Llamamos a New York, y no. El recital de New York era mañana en la noche. Nada que hacer más que pasar el rato en New York toda la noche o quedarse a ver al viejo Todd. No teníamos lugar para quedarnos en New York asique nos quedamos a ver a Todd. Creo que ese man apesta. De pronto, el MC anuncia que “desde L.A. Black Flag estará mañana en la noche!” creo que las 2000 personas que había esa noche pensaban que también Balck Flag apestaba. Y la verdad que sí, también.
Olvidé donde dormimos esa noche, pero en la mañana siguiente estabamos en New York y teníamos planeado tocar en dos estados diferentes la misma noche. The Meat Puppets, la banda que hacía el tour con nosotros, terminarían de tocar, cargarían sus cosas y se irían inmediatamente para New Haven, y nosotros haríamos lo mismo.
Entonces, los Meat Puppets hicieron su show, y mientras todavía sonaban los útlimos acordes nuestros plomos ya estaban desenchufándole los equipos. Hicieron el desarme más rápido que ví en mi vida. Me pareció muy gracioso ver como se abrían camino entre el público llevándose las cosas. Creo que sabían que en el público eran mayormente neuyorkino y estaban acostumbrado ese tipo de movimientos, asique me pareció bien.
Bien, hicimos nuestro show, nuestros rodies hicieron el desarme con la misma velocidad. Y pasada la medianoche ya estabámos con 90 minutos de carretera y otro show completo por delante.
Movimos nuestro culo hasta New Haven, desarmamos mientras la multitud nos miraba. Estabamos sudorosos y asquerosos, apurándonos para descargar y armar lo más rápido posible. Cuando sonó la primera canción me sentía genial, sentía que podía tocar toda la noche. La gente fue maravillosa se quedó esperando por nosotros. Gracias!

Verano de 1984, Londres
Estabamos en Inglaterra en nuestro terecera gira europea. Teníamos un show en el Marquee Club en Londres. El club era pequeño de techo bajo. Probamos sonido a la tarde y todo sonaba muy bien. Estabamos muy motivados para el show de esa noche. Me gusta tocar en Londres porque siempre hay cierta tensión con la gente y eso hace que toquemos más salvajes.
Estabamos caminando por ahí con Bill (el baterista de BF), sonriéndo, disfrutando. – Vamos a matar a todos – exclamó – Es muy gracioso, estaba pensando en lo mismo – Cuando estas en Londres abres la boca para decir algo y las únicas palabras que te salen son como “rompamos todo”“matar a todos”.
Faltaba como una hora antes de que toquemos. Bill y yo estabamos paseando por los camerinos mientras el DJ pasaba su punk rock/new wave aburguesado. Fuimos los dos a la cabina del DJ e hicimos que el tipo ponga el LP Eliminator de ZZ Top. Pero antes de ponerlo el DJ tomó el micrófono y dijo – Disculpas a todos, aquí va un pedido de Black Flah: ZZ Top! – El público empezó a abuchear. Eso me hizo reír mucho pero quería ahorcarlo.
Estabámos de vuelta en el camerín con Bill, cuando de pronto entra un tipo al que le veía cara conocida. ¿Y quién podía ser? Si! Es Gene! Gene October! – Gene!, te acuerda de mí? Soy el chico que pateabas en las costillas, el hippie de pelo corto de L.A. – El empezó a hacerse el desentendido – No amigo, no recuerdo haber pateado a nadie, yo pienso que ustedes son geniales… – y siguió ahí parloteando.
Entonces Bill se acerca y me dice – Hey, Hank, ¿ese es el tipo que dijiste que ibas a matar? – Al viejo Gene eso no le gustó nada. Yo dije – Sí, de verás, es él! –
– Espera!, espera!, no quiero pelear – dijo Gene, – Que lastima porque voy a romperte la cara en este momento –
– Matalo, matalo ahora! – Decía Bill.
Gene realmente estaba desencajado. No puedo evitar reírme recordando esto, pero no tenía intención de tocarlo; él estaba borracho. – Bueno Gene – Le dije – Por hoy puede irte, pero has perdido el privilegio de usar este baño. Ahora largate de aquí – Y se marchó.
Hicimos un buen recital. Me desvanecí a los pies de Greg durante “Rat’s Eyes” y un tipo me pateó la garganta y me pegó en la boca. Ni siquiera sentí esos golpes.

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